Razones por las que las mantas personalizadas son tan apreciadas

¿Hay una sensación mejor que acurrucarse en una manta suave y cálida? Probablemente tengas una manta favorita sin la que no puedes dormir e incluso un par más en el sofá para acurrucarte mientras miras Netflix. Si fuera por nosotros, ¡nunca saldríamos de nuestro capullo de mantas!

Pero, ¿qué tienen las mantas personalizadas que a los humanos les resultan tan atractivas? La ciencia detrás de esta extraña combinación de amor es en realidad mucho más interesante de lo que crees. Todo se reduce a la extraña forma en que funciona nuestra mente.

Por qué la gente usa mantas
Las mantas están en todas partes. Las usas cuando duermes en tu cama, descansas en tu sofá, haces un picnic en un parque o te sientas junto al fuego. Muchas personas incluso tienen una conexión emocional con sus adoradas mantas.

Aunque es posible que no tengas una mantita que consideres especial, debes haber notado que no puedes conciliar el sueño sin algún tipo de cobertura, incluso si hace mucho calor afuera. Hay una explicación para eso. De hecho, hay cuatro.
Tu temperatura corporal baja cuando duermes
Durante la fase REM (sueño con movimientos oculares rápidos), no controlas tu temperatura corporal. Como resultado, necesitas una manta durante este período de sueño profundo para evitar despertarte con una sensación de frío extremo.

Las mantas te hacen feliz, literalmente
Los niveles de serotonina y melatonina aumentan cuando te acurrucas bajo una manta. Estas hormonas te ayudan a calmarte, relajarte y, finalmente, a quedarte dormido.

Te ayudan a sentirte protegido
Las personas se sienten excepcionalmente vulnerables cuando duermen, y una manta proporciona una capa adicional de protección y seguridad. Lo más probable es que te sientas más seguro debido al peso de la manta sobre ti, especialmente si es una manta de polar de marca.

Estás programado para amar las mantas
Desde que eras un recién nacido, tus cuidadores te acurrucaban en una manta cuando era hora de dormir. Entonces, cada vez que te acurrucas en una, tu cerebro inmediatamente asume que es hora de relajarte y descansar.
En definitiva, estamos biológica y psicológicamente apegados a las mantas. Nos aportan calor y al mismo tiempo alivian el insomnio o la inquietud. Con una manta bien puesta sobre el cuerpo, nos sentimos más en paz.

Pero, ¿por qué las mantas son tan buenas en lo que hacen?
Una manta retiene el calor corporal, formando un “microclima” cálido. Eso significa que nos sentiremos cómodos debajo de una manta sin importar la temperatura que haya en la habitación.

El área de la ciencia que describe cómo funcionan las mantas se llama termodinámica. Afirma que el calor de la manta pasa a nuestro cuerpo mientras estamos debajo de ella y viceversa. Básicamente, compartimos el calor con nuestra manta. Por lo tanto, si faltamos nosotros o la manta, la que quedamos atrás pronto se enfriará.

Esta noción tiene mucho sentido si la pensamos. Nuestra manta no sería muy cálida si estuviera en la nieve, ¿verdad? Eso significa que debemos mantenerla a temperatura ambiente para que mantenga nuestra temperatura corporal de manera efectiva.
¿Deberías dormir con una manta? Estos 5 beneficios te lo indican
¿Qué dos palabras te vienen a la mente cuando piensas en mantas? ¿Comodidad y calidez? ¿O quizás calidez y suavidad? Si ya tienes una que te cubre durante la noche, debes saber que estás haciendo la elección correcta. El uso de mantas tiene varios beneficios para tu bienestar físico y mental. Algunos de ellos incluyen los siguientes.

Mejor sueño
Durante las últimas horas del ritmo circadiano, la temperatura corporal baja gradualmente. Sin una manta, probablemente sentirías demasiado frío y despertarías de tu sueño profundo.

Establecer el estado de ánimo adecuado para dormir
Una rutina nocturna es esencial para relajarse y desconectar. Ponerse el pijama y meterse debajo de una manta le indica a tu cerebro que es hora de comenzar a sentir sueño.

Calmar el sistema nervioso
El peso de una manta calma el pulso y alivia la ansiedad. Después de un día duro, es agradable acurrucarse bajo una manta cálida.
Mantenerte saludable
La falta de sueño afecta tu sistema inmunológico, haciéndote más susceptible a las enfermedades. Pero usar una manta puede hacerte sentir tranquilo y relajado, lo que significa menos despertares nocturnos.

Hacerte sentir bien
A pesar de todo lo demás, las mantas tienen una forma de hacerte sentir mejor y más contento. ¿Y quién no necesita un estado de ánimo tan positivo después de un largo día o al comienzo de uno nuevo?

Reflexiones finales
En muchos casos, una buena manta y un helado es todo lo que necesitas para sentirte mejor. La manta te rodeará de calidez y seguridad, mientras que el postre mejorará tu estado de ánimo. Y después de un día duro, echarte una manta pesada sobre la cabeza mientras te acurrucas en tu cama puede ser justo lo que necesitas para mantener el mundo a raya. Si necesitas más información o tienes alguna pregunta específica, no dudes en visitar personalizadoda.es y contactarnos a support@gestaltenselbst.com o Whatsapp: +49 16093492414.